La construcción del significado negativo de «los otros»

foto aidesep

El análisis crítico del discurso  estudia cómo el abuso del poder,  el dominio y la desigualdad son practicados y reproducidos en los discursos de los grupos de poder.  Un ejemplo muy claro de esto lo vemos en cómo los representantes del gobierno y los medios de  comunicación están refiriéndose al paro amazónico, al punto tal que en su pronunciamiento los obispos de la Amazonía señalen:

Invocamos a los medios de comunicación social a que cumplan con su rol de brindar información veraz a la opinión pública, contribuyendo al derecho que tienen los ciudadanos de estar informados de los sucesos en la Amazonía Peruana.

Y es que los medios están dando una imagen de la protesta amazónica en la que esta no es presentada como el reclamo legítimo de quienes ven atropellados sus derechos sino como la reacción violenta de un grupo de personas manipuladas, que no sabe lo que es desarrollo y que no quiere lo  mejor para el país.

El presidente del Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (INDEPA),  Mayta Cápac Alatrista Herrera, cuando se inició el paro declaró:

Aidesep ha pateado el tablero y pretende que se deroguen decretos que benefician a miles de peruanos. Hay decisiones del Estado que solo podemos evaluarlas desde el punto de vista de todo el Perú y no solo de un grupo organizado, pero igual los convocamos a dialogar.

La decepción y el temor que se tuvieron con la designación del regidor aprista del Concejo Municipal de Lima Metropolitana, Mayta Capac  Alatrista,  como presidente de INDEPA eran justificadas.   A juicio de Alatrista el  reclamo de los indígenas  es inválido  pues no se  deben evaluar esos decretos solo desde el punto de vista de los directamente afectados sino desde el punto de todo el Perú.  Pero si no se toma en cuenta el punto de vista de los indígenas ya no se está tomando en cuenta el punto de vista de TODO el Perú ¿o es que TODO el Perú significa: «continuemos excluyéndolos como siempre»?  Ahora bien, en este contexto creo que ya no es necesario hacer ningún comentario sobre lo que quiso decir Alatrista  cuando dijo: “pero igual los invitamos a dialogar”

Ayer (11 de mayo)  en el programa La hora N, Alatrista señaló que los indígenas no eran concientes de que estos decretos se habían elaborado pensando en su desarrollo y que oponerse era solo una muestra de que no entendían las cosas.  Esta es una de las constantes que aparece en los medios  de comunicación: “los pueblos indígenas se oponen a los decretos porque no entienden que están hechos pensando en su desarrollo.” Esto lo secundó Althaus quien además sostuvo que los indígenas  se oponían a los decretos sin poder dar ninguna razón que explique el porqué. Es más, señaló que tampoco los obispos tienen argumentos para justificar el porqué consideran que los decretos perjudican a los indígenas.  Uno de los recursos de las élites es  invalidar el discurso del otro. Así, no aceptan que indígenas y no indígenas tengan  distintos puntos de vista sobre lo que es desarrollo o bienestar  sino que apelan a que solo lo que ellos, los no indígenas, entienden, es lo  válido y los otros están equivocados.

Pero la cosa no se limita al hecho de negar la posibilidad de pensar diferente sino que se asume que los indígenas no tienen la capacidad de pensar por sí mismos y que esta protesta es producto de la manipulación de la que los indígenas son objeto. Son muy ilustrativas estas declaraciones del primer ministro:

A estas alturas ya encuentro que hay una manipulación política exacerbada y que los confunde. Por ejemplo, ellos cuestionan la Ley de Recursos Hídricos, que no solo no es privatista, sino que en su artículo 64 respeta el derecho de los nativos […]Y hoy los grupos amazónicos son engañados y están tomando actitudes que no los ayudan en nada, porque el Estado puede detener esa violencia generada y podría producirse un fuerte costo social, que no nos interesa, anotó.

Como se ve, a juicio de Simon, los indígenas son personas manipulables a las que se les engaña y confunde. Las declaraciones no dicen quién es el «manipulador» (porque, claro, no lo hay) solo se limitan a caracterizar a los indígenas como si fueran «los tontos útiles de la oposición».

Simon hace una amenaza abierta a los indígenas al decirles que puede detenerlos si lo desea . El poco respeto que tiene por los indígenas se evidencia cuando señala que  «no les interesa» que se produzca un costo social si el Estado usa la violencia. No dice, que podría producirse un costo social que lamentaría, sino uno «que no les interesa». Se está advirtiendo que se usará la violencia pero para justificarla, lo que se hace es acusar de «violentos» a los indígenas. Así, las víctimas son presentadas como victimarias y el gobierno impone el estado de emergencia “para restablecer el orden público ante las acciones de violencia reportadas en estas zonas.” (cumple su amenaza). Para reforzar esa imagen de «violentos» en los indígenas, la ministra de la Mujer y Desarrollo Social pide a los pueblos indígenas “dejar de lado las medidas violentas.” Como sabemos, las medidas «violentas” eran la toma de carreteras y de otras vías de transporte. Por ejemplo, los pueblos awajun y wampis habían bloqueado el puente corral quemado. El desalojo llevado a cabo por la Policía Nacional ha tenido como resultado que cuatro indígenas hayan sido heridos por impacto de bala y de bomba lacrimógenas y siete dirigentes indígenas hayan sido detenidos. Ante esto, se muestra una vez más que la violencia no viene de parte de los pueblos indígenas sino del Estado.

Pero además de construir una imagen negativa de los otros, los medios también acuden a la sorna para descalificarlos. Por ejemplo, en  una entrevista que le hace Jaime de Althaus al presidente de AIDESEP, Alberto Pizango, el líder indígena señala que la ley de recursos hídricos se ha aprobado sin  haberse hecho ninguna consulta a los pueblos indígenas y Althaus le responde en tono irónico: “A mí no me han preguntado tampoco y yo consumo agua,  tengo representantes en el congreso.”   Así Althaus, a través de la burla,  presenta  a Pizango como un incauto que no sabe que las leyes no se las tienen que preguntar a todos porque para ello está el Congreso que reúne a los representantes de todos.  Althaus  habla del congreso para no hablar del Convenio 169 de la OIT, suscrito por el Perú, que en su artículo 6 señala que los gobiernos deberán: consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente.”

He presentado solo unas cuentas muestras de cómo se va constuyendo el significado negativo de los indígenas y de su lucha, que no es presentada como un justo reclamo ante la violación de sus derechos sino como el violento levantamiento de un grupo de personas que no piensa, que es manipulada y que se opone el desarrollo de todos los peruanos.

4 Responses to La construcción del significado negativo de «los otros»

  1. Daniel Salas dice:

    Aparte de lo que mencionas, también se puede hacer notar que quienes proponen «dialogar» con las comunidades de la selva lo plantean como si fuera un simple problema de marketing o comunicación institucional. Como si la solución al conflicto se hallara en que las empresas y el Estado se hicieran entender mejor o en realizar actividades promocionales como quien regala polos de Coca Cola. Es indignante.

  2. Nila Vigil dice:

    de acuerdo.

  3. […] último punto fue señalado por Nila Vigil en su blog Instituto Lingüístico de Invierno. Allí citó varias declaraciones de Mayta Cápac Alatrista en las que se nota su poca comprensión […]

  4. […] un post anterior, a propósito de la protesta amazónica,  toqué el tema de cómo sas élites  construyen el […]

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